Debate de Diario de Navarra

Os dejamos el texto preparado para el Debate de Diario de Navarra que tuvo lugar el 3 de mayo de 2019.

Mi nombre es XXXX y en el curso 2015-16 yo llevaba a mi hijo a la Escuela Infantil Municipal Donibane. Voy a presentar el punto de vista de las familias afectadas por el que posiblemente haya sido el asunto más relevante en Educación, desde la perspectiva municipal: la reestructuración de las Escuelas Infantiles Municipales de Pamplona.

Voy a ponerles en situación. En Febrero de 2016 comenzaba el plazo de preinscripción en las Escuelas Infantiles para el curso siguiente. Las familias de alumnos deseábamos continuar en nuestra Escuela, porque estábamos muy contentos con la Educación que recibían nuestros hijos allí. El jueves anterior a la semana de entrega de las preinscripciones, al recoger a los niños de nuestra escuela, algunas madres llegaron preguntando a las educadoras por una noticia del periódico: el curso siguiente las Escuelas Infantiles Donibane, Fuerte Príncipe y Hello Rochapea pasarían a ofertar solo plazas en euskera. Las educadoras no sabían nada. Su jornada empieza temprano y ninguna había tenido tiempo de mirar un periódico.

Los Directores de estos centros nos convocaron a una reunión para el día siguiente, viernes por la tarde. Apenas sabían mucho más. Los padres y madres de estos tres centros rápidamente nos organizamos. Beloki y Abaurrea iban a venir la semana siguiente a darnos una reunión informativa. Y nosotros teníamos que entregar las preinscripciones. Fue un fin de semana de angustia para padres, educadoras… y también para los niños, que lo notan todo.

El lunes vinieron a la Escuela de mi hijo, Donibane. Fue descorazonador. No se nos dió ninguna razón, más allá de la solicitud de algunos pocos padres. Nuestras propuestas de compatibilizar una línea en euskera y otra en castellano, o de introducirlo gradualmente, con los niños de nuevo ingreso, fueron rechazadas sin argumentos. El único argumento que Beloki y Abaurrea repetían insistentemente era: «Durante muchos años los padres euskaldunes nos hemos tenido que fastidiar, ahora os toca a vosotros». Nos pareció todo tan denunciable que se alzaron los móviles y gran parte de la reunión quedó registrada. Quien quiera verla puede encontrarla en youtube.

El martes fueron a Hello Rochapea y el miércoles, a Fuerte Príncipe, solo dos días antes del fin de plazo de preinscripción. Todas ellas fueron similares.

Al entregar las preinscripciones, muchos padres y madres decidieron continuar en sus Escuelas, con la esperanza de que este atropello se resolviese de manera más pausada. Otros, que se lo podían permitir, matricularon a sus hijos en guaderías privadas. Otros muchos, de origen inmigrante y bajos ingresos, no entendían qué pasaba. No sabían qué era el euskera, no sabían para qué era la reunión ni habían podido ir y, de todos modos, no tenían recursos para hacer otra cosa que quedarse.Además, la mayoría tenía miedo de perder las ayudas para llevar a sus hijos a la guardería si se quejaban. Y lo siguen teniendo.

Los padres de todas las escuelas afectadas tratamos de parar o recunducir este atropello. Nos reunimos con los partidos políticos, el Ayuntamiento y el Parlamento. Ofrecimos alternativas. Las Educadoras de los centros también lo intentaron. Oficialemente no iba a haber despidos, pero claro, siendo prácticamente todo el personal temporal contratado por obra y servicio, simplemente no iban a ser renovadas. A todo se nos dijo que no sin argumento.

Agotada la vía política, tratamos de frenar la reestructuración por via judicial. Conseguimos una suspensión cautelar en primera instancia que fue revocada en segunda instancia. El cambio era ya inevitable. A las educadoras se les comunicó la no-renovación. En el caso de la Escuela Fuerte Príncipe, esto se hizo el día que se cerró la escuela para las vacaciones de verano. Muchos padres que tenían a sus hijos preinscritos se dieron de baja para el curso siguiente. Muchos otros padres euskaldunes ya habían inscrito también a sus hijos, haciendo ya inevitables los daños colaterales a más familias en caso de paralizarse el proceso.

El curso siguiente comienza en euskera y los padres que permanecen en las escuelas nos confirman la enorme pérdida de calidad del servicio. La mayor parte de los recursos educativos ha desaparecido. La educación mediante «rincones» con diferentes juegos: lógico-matemático, simbólico, heurísitico… destinado a desarrollar las diferentes competencias ha sido sustituída únicamente por el juego heurístico: con palos, cubos, botellas… Ya no hay música. Ya no se hacen apenas talleres ni fichas. Ya no se les enseña a recoger los juguetes. A los niños se los deja llorar. Las educadoras ya no intervienen en los conflictos. Se multiplican arañazos, moratones y mordiscos. Algunos de estos casos han acabado en denuncias.

El proceso judicial continua y el juez decreta en primera instancia que la reestructuración es ilegal y debe revertirse. El Ayuntamiento recurre. Con el dinero de todos es fácil recurrir. Es ya fin de curso cuando el recurso del Ayuntamiento se desestima en la Audiencia y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra nos da la razón,  pero el Ayuntamiento presenta un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La mayor parte de nuestros hijos comenzarán el curso que viene en un Colegio.

Han pasado ya tres años, y el Tribunal Supremo aún no se ha pronunciado, ni esperamos que lo haga pronto.

Nosotros nos preguntamos:
¿Por qué esa prisa para hacer un cambio de semejante calado?, ¿Por qué no hacerlo bien, con datos, con previsión, de forma gradual, sin avasallar a las familias, ni a las educadoras?
¿Por qué se ocultan los datos de matrícula y plazas? El año que se cambiaron los modelos, no cuadraba la oferta de las plazas, ¿tal vez se redujo la oferta de plazas para poder decir que se habían llenado? ¿Realmente se llenaron esas plazas? ¿Por qué ese oscurantismo?
¿Por qué nunca se preguntó a las familias que tenían a sus hijos e hijas en la escuela su preferencia?
¿Por qué no ofertar una parte de las plazas en euskera y otra parte en castellano, como ha hecho el Gobierno de Navarra con las que son de su competencia?
¿Por qué deshacer equipos pedagógicos que funcionaban muy bien, y tirar por la borda años de experiencia tan valiosos?
¿Por qué permitieron los partidos políticos del cuatripartito que se dicen «de izquierdas», Izquierda-Ezkerra y Aranzadi, un ataque tan frontal contra las familias más desfavorecidas de Pamplona?
Como aquellas familias con bajos recursos que no tienen otra opción que las Escuelas Infantiles Públicas para compatibilizar el trabajo con el cuidado de los hijos, o aquellas familias de origen inmigrante para las que la educación de los hijos es su principal vía de integración en la sociedad.
¿Por qué siguieron adelante con la matrícula después de la primera suspensión cautelar de la reestructuración, cuando aún se estaba a tiempo de evitar un daño mayor a terceras familias?
¿Acaso se pretendía utilizar a las familias que querían inscribir a sus hijos en euskera como escudos humanos?
¿Por qué se empeñan ahora en estabilizar a las educadoras contratadas en euskera con una OPE sabiendo que la sentencia les exige que den marcha atrás? ¿Por qué siguen tratando de consolidar algo al margen de la Ley?
Y sobre todo, pudiéndo haberse hecho las cosas bien.
¿QUIÉN VA A ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE TODO EL DAÑO OCASIONADO SIN
NECESIDAD Y DE TODO EL COSTE ECONÓMICO QUE HA SUPUESTO?

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