Debate de Diario de Navarra

Os dejamos el texto preparado para el Debate de Diario de Navarra que tuvo lugar el 3 de mayo de 2019.

Mi nombre es XXXX y en el curso 2015-16 yo llevaba a mi hijo a la Escuela Infantil Municipal Donibane. Voy a presentar el punto de vista de las familias afectadas por el que posiblemente haya sido el asunto más relevante en Educación, desde la perspectiva municipal: la reestructuración de las Escuelas Infantiles Municipales de Pamplona.

Voy a ponerles en situación. En Febrero de 2016 comenzaba el plazo de preinscripción en las Escuelas Infantiles para el curso siguiente. Las familias de alumnos deseábamos continuar en nuestra Escuela, porque estábamos muy contentos con la Educación que recibían nuestros hijos allí. El jueves anterior a la semana de entrega de las preinscripciones, al recoger a los niños de nuestra escuela, algunas madres llegaron preguntando a las educadoras por una noticia del periódico: el curso siguiente las Escuelas Infantiles Donibane, Fuerte Príncipe y Hello Rochapea pasarían a ofertar solo plazas en euskera. Las educadoras no sabían nada. Su jornada empieza temprano y ninguna había tenido tiempo de mirar un periódico.

Los Directores de estos centros nos convocaron a una reunión para el día siguiente, viernes por la tarde. Apenas sabían mucho más. Los padres y madres de estos tres centros rápidamente nos organizamos. Beloki y Abaurrea iban a venir la semana siguiente a darnos una reunión informativa. Y nosotros teníamos que entregar las preinscripciones. Fue un fin de semana de angustia para padres, educadoras… y también para los niños, que lo notan todo.

El lunes vinieron a la Escuela de mi hijo, Donibane. Fue descorazonador. No se nos dió ninguna razón, más allá de la solicitud de algunos pocos padres. Nuestras propuestas de compatibilizar una línea en euskera y otra en castellano, o de introducirlo gradualmente, con los niños de nuevo ingreso, fueron rechazadas sin argumentos. El único argumento que Beloki y Abaurrea repetían insistentemente era: «Durante muchos años los padres euskaldunes nos hemos tenido que fastidiar, ahora os toca a vosotros». Nos pareció todo tan denunciable que se alzaron los móviles y gran parte de la reunión quedó registrada. Quien quiera verla puede encontrarla en youtube.

El martes fueron a Hello Rochapea y el miércoles, a Fuerte Príncipe, solo dos días antes del fin de plazo de preinscripción. Todas ellas fueron similares.

Al entregar las preinscripciones, muchos padres y madres decidieron continuar en sus Escuelas, con la esperanza de que este atropello se resolviese de manera más pausada. Otros, que se lo podían permitir, matricularon a sus hijos en guaderías privadas. Otros muchos, de origen inmigrante y bajos ingresos, no entendían qué pasaba. No sabían qué era el euskera, no sabían para qué era la reunión ni habían podido ir y, de todos modos, no tenían recursos para hacer otra cosa que quedarse.Además, la mayoría tenía miedo de perder las ayudas para llevar a sus hijos a la guardería si se quejaban. Y lo siguen teniendo.

Los padres de todas las escuelas afectadas tratamos de parar o recunducir este atropello. Nos reunimos con los partidos políticos, el Ayuntamiento y el Parlamento. Ofrecimos alternativas. Las Educadoras de los centros también lo intentaron. Oficialemente no iba a haber despidos, pero claro, siendo prácticamente todo el personal temporal contratado por obra y servicio, simplemente no iban a ser renovadas. A todo se nos dijo que no sin argumento.

Agotada la vía política, tratamos de frenar la reestructuración por via judicial. Conseguimos una suspensión cautelar en primera instancia que fue revocada en segunda instancia. El cambio era ya inevitable. A las educadoras se les comunicó la no-renovación. En el caso de la Escuela Fuerte Príncipe, esto se hizo el día que se cerró la escuela para las vacaciones de verano. Muchos padres que tenían a sus hijos preinscritos se dieron de baja para el curso siguiente. Muchos otros padres euskaldunes ya habían inscrito también a sus hijos, haciendo ya inevitables los daños colaterales a más familias en caso de paralizarse el proceso.

El curso siguiente comienza en euskera y los padres que permanecen en las escuelas nos confirman la enorme pérdida de calidad del servicio. La mayor parte de los recursos educativos ha desaparecido. La educación mediante «rincones» con diferentes juegos: lógico-matemático, simbólico, heurísitico… destinado a desarrollar las diferentes competencias ha sido sustituída únicamente por el juego heurístico: con palos, cubos, botellas… Ya no hay música. Ya no se hacen apenas talleres ni fichas. Ya no se les enseña a recoger los juguetes. A los niños se los deja llorar. Las educadoras ya no intervienen en los conflictos. Se multiplican arañazos, moratones y mordiscos. Algunos de estos casos han acabado en denuncias.

El proceso judicial continua y el juez decreta en primera instancia que la reestructuración es ilegal y debe revertirse. El Ayuntamiento recurre. Con el dinero de todos es fácil recurrir. Es ya fin de curso cuando el recurso del Ayuntamiento se desestima en la Audiencia y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra nos da la razón,  pero el Ayuntamiento presenta un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La mayor parte de nuestros hijos comenzarán el curso que viene en un Colegio.

Han pasado ya tres años, y el Tribunal Supremo aún no se ha pronunciado, ni esperamos que lo haga pronto.

Nosotros nos preguntamos:
¿Por qué esa prisa para hacer un cambio de semejante calado?, ¿Por qué no hacerlo bien, con datos, con previsión, de forma gradual, sin avasallar a las familias, ni a las educadoras?
¿Por qué se ocultan los datos de matrícula y plazas? El año que se cambiaron los modelos, no cuadraba la oferta de las plazas, ¿tal vez se redujo la oferta de plazas para poder decir que se habían llenado? ¿Realmente se llenaron esas plazas? ¿Por qué ese oscurantismo?
¿Por qué nunca se preguntó a las familias que tenían a sus hijos e hijas en la escuela su preferencia?
¿Por qué no ofertar una parte de las plazas en euskera y otra parte en castellano, como ha hecho el Gobierno de Navarra con las que son de su competencia?
¿Por qué deshacer equipos pedagógicos que funcionaban muy bien, y tirar por la borda años de experiencia tan valiosos?
¿Por qué permitieron los partidos políticos del cuatripartito que se dicen «de izquierdas», Izquierda-Ezkerra y Aranzadi, un ataque tan frontal contra las familias más desfavorecidas de Pamplona?
Como aquellas familias con bajos recursos que no tienen otra opción que las Escuelas Infantiles Públicas para compatibilizar el trabajo con el cuidado de los hijos, o aquellas familias de origen inmigrante para las que la educación de los hijos es su principal vía de integración en la sociedad.
¿Por qué siguieron adelante con la matrícula después de la primera suspensión cautelar de la reestructuración, cuando aún se estaba a tiempo de evitar un daño mayor a terceras familias?
¿Acaso se pretendía utilizar a las familias que querían inscribir a sus hijos en euskera como escudos humanos?
¿Por qué se empeñan ahora en estabilizar a las educadoras contratadas en euskera con una OPE sabiendo que la sentencia les exige que den marcha atrás? ¿Por qué siguen tratando de consolidar algo al margen de la Ley?
Y sobre todo, pudiéndo haberse hecho las cosas bien.
¿QUIÉN VA A ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE TODO EL DAÑO OCASIONADO SIN
NECESIDAD Y DE TODO EL COSTE ECONÓMICO QUE HA SUPUESTO?

Los tribunales rechazan los cambios de modelo en euskera

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Una sentencia del juzgado de lo Contencioso Administrativo rechaza  los cambios de modelo en euskera introducidos por el Ayuntamiento de Pamplona en tres escuelas infantiles de Pamplona. Se trata de las escuelas de Donibane, Printzearen Harresi (antes Fuerte Príncipe) y Hello Rochapea.

La sentencia argumenta que no corresponde al Ayuntamiento hacer este tipo de modificaciones sino que serían competencia del departamento de Educación del Gobierno de Navarra. Además, la disposición del Ayuntamiento incumpliría la normativa sobre el principio de voluntariedad en la aplicación del euskera. El Ayuntamiento de Pamplona tiene 15 días para recurrir la sentencia.

La decisión del Ayuntamiento se produjo hace poco más de un año, en febrero de 2016. Entonces, Bildu comunicó el cambio de modelo lingüístico de las escuelas infantiles Donibane, en el barrio de San Juan, Printzearen Harresi, en la Milagrosa y Hello Rochapea, que en este curso pasaron a impartir enseñanza exclusivamente en euskera.

La decisión se comunicó a la dirección de ambos centros y personal docente en una reunión con la concejal delegada de Educación y Cultura, Maider Beloki, la de Hacienda, Patricia Perales, y el director de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Iñigo Anaut.

Entonces, primero en Donibane y después en Printzearen, las reuniones se prolongaron durante poco más de una hora cada una. Según fuentes consultadas, tanto Beloki como Perales afirmaron que la decisión se había tomado con el objeto de satisfacer la demanda de escuelas infantiles en euskera y dijeron que contaban con estudios que la justificaban. Ahora, los tribunales dejan en entredicho esta decisión.

Ya entonces, los cambios provocaron inquietud y malestar entre el personal de las dos escuelas. Docentes que, en su mayoría no tenían el perfil de euskera necesario y tenían que ser reubicados y trasladados a otras escuelas de la red municipal.

Fuente: Diario de Navarra

Comunicado

Os presentamos el último comunicado:

Las familias piden plazas en castellano en Donibane y Printzearen Harresi
Hace una semana nos enteramos que el Gobierno de Navarra ha decidido abrir una línea de enseñanza en euskera en las escuelas infantiles del Casco Antiguo y San Jorge (ambas tenían oferta en castellano). Hace un año, a nuestros hijos, ya escolarizados, les tocó dejar su escuela infantil porque el Ayuntamiento impuso el modelo en euskera. Y no hubo manera de convencer al Ayuntamiento para que implementase el modelo en euskera de modo gradual, respetando el ciclo educativo de nuestros hijos o para que alternativamente abriese nuevas líneas en euskera, en convivencia con la oferta en castellano existente. Su respuesta fue siempre NO. La concejal de cultura Maider Beloki insistía en que no se podía abrir dos líneas en castellano y euskera en el mismo centro porque técnicamente era imposible. Pero nadie nos explicó cuáles eran los problemas técnicos, probablemente porque no había tales problemas. Y un año más tarde, y con menos prisas, resulta que sí se puede.

Supongo que comprenderán nuestra frustración al ver que una estrategia que podría haber dado respuesta a las necesidades de ambos colectivos, castellano y vasco-parlante, rechazada previamente por el Ayuntamiento, es ahora posible en otras escuelas de similares características, sin romper la gradualidad y progresividad en la enseñanza. No sabemos si el Gobierno de Navarra ha seguido esta estrategia por convicción o porque legalmente no es viable hacerlo como se hizo hace un año en las escuelas de nuestros hijos. Como saben, el proceso legal que las familias abrimos en contra de la transformación de Donibane y Printzearen Harresi/Fuerte Príncipe al euskera, así como el traslado de Hello Rochapea, sigue su curso. La actitud del Gobierno de Navarra parece que viene a darnos la razón: probablemente solo a él le compete hacer cambios de este tipo en las escuelas infantiles de Pamplona y, además, es posible que esté siendo especialmente cuidadoso, a diferencia del Ayuntamiento, en no vulnerar la Ley Foral del Vascuence.

En cualquier caso, nos alegra la decisión del Gobierno de Navarra porque abre la posibilidad de que las escuelas infantiles de Donibane y Fuerte Príncipe abran de nuevo oferta de plazas en castellano, en convivencia con las líneas ya abiertas en euskera. Ofrecer únicamente un modelo en euskera en estas dos escuelas no tiene sentido en base a los datos de la última encuesta realizada a la población de 0 a 3 años de Pamplona. En Donibane, solo el 17% de las familias dicen haberla elegido por la oferta en euskera. Y en Fuerte Príncipe, el 40% la han elegido por la oferta en euskera, pero el 46,7% de sus usuarios proceden de barrios del extrarradio de Pamplona y no del barrio de la Milagrosa. Teniendo en cuenta que las familias valoran como prioritario, según la citada encuesta, la cercanía de la escuela con respecto al domicilio, tanto San Juan como La Milagrosa deberían tener una Escuela pública infantil con oferta de plazas en castellano. Confiemos en que los datos de esta encuesta sirvan para algo.

Os lo podéis descargar en el siguiente enlace: comunicado.

Carta abierta a Maider Beloki

CARTA ABIERTA A MAIDER BELOKI.

A la Sra Beloki.

Ha pasado ya un año. Un año desde que conocimos parte de las mentiras que rigen su gestión y que intentan maquillar actos de pura mediocridad. Un año desde que concedió cierta entrevista donde mentía descaradamente. Un año en el cuál, la vida de muchas familias cambió al encontrarse en medio de un revanchismo en el que no tenían nada que ver.

El 31 de enero de 2016, concedió una entrevista a Diario de Noticias en la que, cito textualmente, aseguraba “Hemos empezado por sacar un pliego para elaborar un estudio sociolingüístico que nos permita conocer la demanda potencial que tenemos ahora en los barrios (…) Una escuela infantil en euskera para el próximo curso será complicado, porque el estudio comienza en primavera y durará varios meses, pero es necesario tener los datos antes de tomar decisiones”

 El 17 de febrero la comunidad educativa de EEII se enteraba por la prensa del cambio de modelo lingüístico que tan desastrosamente llevó a cabo, que ya tenía pensado y ocultado, y de cuya existencia privó a todo el mundo deliberadamente como dicha entrevista demuestra.

 No sólo los cambios lingüísticos, sino una triangulación de cambios de escuelas en Rochapea y Chantrea que nadie entendía. Nadie entendía hasta hace poco.

El pasado 2 de noviembre se supo por prensa que se van a reformar 8 escuelas infantiles. Aquí se citaba lo siguiente: “Beloki ha adelantado que este plan incluye, además del presupuesto para reformas de más de 2 millones de euros, una propuesta de inversión adicional de casi 2,5 millones de euros para la construcción de una nueva escuela infantil en Lezkairu (…), lo que implicaría el futuro cierre definitivo de la E.I. Rotxapea, con problemas estructurales de difícil solución”

Bravo. La verdad, para ser algo que tantas ampollas ha levantado, esta parte no ha tenido demasiada relevancia mediática. Y la historia se las trae.

O sea, la escuela de inglés-castellano de la Rocha se trasladó a la Chantrea y la de euskera se queda en la Rocha pero en el edificio de la de inglés-castellano, que es uno de los más nuevos.

La escuela con “problemas estructurales de difícil solución”, es ahora de castellano.

Por lo tanto, la deducción es obvia. Los niños vascoparlantes, están en la escuela de su barrio, grande, con capacidad de sobra (literalmente, porque sobran plazas) asegurando cero molestias a futuro y con las condiciones en las que se ha quedado la educación infantil en la Rochapea, más te vale matricularlo en euskera o irte al sector privado.

Cuándo las familias en febrero les rogaban encarecidamente que invirtieran en más escuelas infantiles, no había ni dinero, ni recursos ni otra salida más que la de expulsar a niños de la escuela en la que pensaban acabar su primer ciclo de infantil.

Que burda estratagema. Es impresionante el daño que se puede hacer en tan poco tiempo y la chulería con la que se sale del paso sin la más mínima autocrítica.

Sabía desde hace tiempo que gran parte de la ciudadanía no sólo no le importaba sino que la ignoraba deliberadamente. Pero ahora estoy totalmente segura de que siente un odio y desprecio total hacia “la otra parte”.

Empezó el desprecio cuando realizó las reuniones con las familias en las escuelas afectadas, sin datos ni intención ninguna de contestar a preguntas. Oí a algún padre decir “lo que pretenden es hacernos daño a los de castellano”. No quise creerlo, pero era verdad.

Lo único que ha pretendido, usted y sus acólitos, es hacer daño. “Revertir” una “situación de injusticia” culpabilizando de ella a los que menos culpa tenían: los niños castellanoparlantes. Las formas de realizar los cambios, el trato humillante y de desdén no fue para “remediar una injusticia de más de 30 años” (argumento repetido hasta la náusea), era simplemente para dar una lección.

De paso y ya que la ocasión la pintan calva, beneficiar ampliamente a las personas vascoparlantes. Señora Beloki, todavía la recuerdo en aquél pleno del Ayuntamiento, donde repantingada en su poltrona recordaba sus andanzas de “txiki” en manifas reivindicando el derecho a tener una escuela en euskera. La verdad, en ese momento me costó diferenciar quien era la madre que iba a rogar comprensión y quien la concejala. Son tantos años de victimismo ensayado que ya le sale sólo.

En fin, únicamente recordarle que las lenguas no tienen derechos, son las personas las que los tienen. “El aprendizaje ocurre cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar” (Roger Schank), intente pensarlo y tenerlo en cuenta en el futuro.

Sara Climent Sánchez
Maestra PT. Madre afectada por el cambio en EEII

Comunicado en respuesta a la última encuesta

El 10 de enero de 2017 salió publicada una encuesta sobre las escuelas infantiles. La puedes consultar aquí.

Como respuesta os presentamos nuestro comunicado. Puedes descargar el documento en el siguiente enlace.

Escuelas Infantiles de Pamplona: mentiras, grandes mentiras y estadísticas

Hay gente que dice que existen mentiras, grandes mentiras, y luego están las estadísticas. Les une el común denominador de no saber Estadística, interpretar datos estadísticos y en particular encuestas. Parece ser que nuestros representantes políticos y en particular los integrantes de nuestro Gobierno Municipal pertenecen a este grupo de personas. Para ayudarles a entender las 92 páginas de la encuesta que han encargado acerca de las preferencias educativas de los padres y madres con niños de 0 a 3 años valga este texto.

En primer lugar, de los más de 7000 infantes de 0 a 3 años empadronados en Pamplona , 5400 demandan una plaza (sumando los matriculados y los que no han podido hacerlo por causas ajenas a su voluntad, págs. 6, 17 y 19). Sin embargo, el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra suman poco más de 1500 plazas en las Escuelas Infantiles, y por lo tanto cubren una parte ínfima de esta demanda. Esta es la razón última de las diferencias de los porcentajes según se mida el total de los padres o solo aquellos que han conseguido entrar en las Escuelas Infantiles. Esta es también la razón de la nula utilidad de la encuesta realizada por el Ayuntamiento en el proceso de prematrícula para el curso 2016-17 (si no recuerdo mal, se prematricularon unas 1900 personas, y apenas algo más de 800 respondieron a la encuesta). Teniendo en cuenta el pequeñísimo número de plazas que ofertan en las Escuelas Infantiles, la mayor parte de los padres opta por ni siquiera presentar una solicitud para sus hijos. Esto a pesar de ser las mejor valoradas por la calidad de sus profesionales y sus magníficas instalaciones (los centros privados cuentan también con excelentes profesionales pero no pueden competir en instalaciones y son notablemente más caros). Como se pueden imaginar, la competencia por conseguir una plaza en una Escuela Infantil pública es feroz.

En segundo lugar, el 65-70% de los padres elegimos la Escuela Infantil por proximidad al domicilio o puesto de trabajo, mientras que solo el 12-13% lo hace basándose en su modelo lingüístico (pág. 20). Este dato por sí solo echa por tierra el argumento de zonificación en el que se basó la reestructuración de las Escuelas Infantiles el pasado Febrero. El Ayuntamiento parece gobernar solamente para ese 12-13% y no entiende que, si desea satisfacer la demanda lingüística de los ciudadanos, debe ofrecer todos los modelos lingüísticos en todos los barrios.

En tercer lugar, en los aspectos a mejorar (pág. 46), hay que descender a la quinta posición para encontrar respuestas asociadas al modelo lingüístico. Las propuestas de mejora que los encuestador priorizan son, por este orden: más plazas, más información, menores cuotas y más flexibilidad horaria (los centros abren a las 08:30 y la mayor parte de los padres y madres entramos a trabajar a las 08:00). Estas deberían ser las prioridades del Ayuntamiento.

En cuanto al dichoso modelo lingüístico (pág. 35), el más demandado es el castellano con inglés (41-43%), seguido del euskera (30-32%) y por último el modelo sólo en castellano (18-19%). Sin embargo la oferta, después de la reestructuración, es aproximadamente de un 25% de castellano con inglés (con una gran parte de las plazas en jornada parcial), un 25% de euskera y un 50% de castellano. Es notable que el Ayuntamiento no haya preguntado por el modelo (que ahora no se oferta) de euskera con inglés, cuya demanda es creciente especialmente entre los padres más jóvenes y en los barrios con mayor natalidad (como Buztintxuri, según la encuesta de 2013). Sería interesante saber cuántos de entre ese 30% de padres que quieren una educación en euskera para sus hijos quieren una inmersión total o
quieren combinarlo con el inglés o el castellano, pero el Ayuntamiento ha perdido otra oportunidad de averiguarlo.

Es también interesante ver cómo los padres que solicitan educación en euskera para sus hijos tienden a matricularlos en Escuelas Infantiles del Ayuntamiento o en Aulas de 0 a 3 años de colegios públicos, mientras que los padres que solicitan educación en castellano con inglés han matriculado a los suyos en una abrumadora mayoría en centros privados o concertados ( pág. 36). El motivo es el “efecto expulsión” que ha generado la reestructuración de las Escuelas Infantiles Municipales del año pasado entre los padres que preferían el castellano con inglés y el “efecto llamada” que ha generado en los padres que preferían el euskera. Esto explica también que “el 52.8% de los usuarios de las Escuelas Infantiles (Municipales) de Pamplona están satisfechos con la actual oferta lingüística”, ya que los que no lo están se han visto obligados a marcharse a otros centros (pág. 37). Hay que recordar que la mayor parte de los barrios de Pamplona tienen una o ninguna Escuela Infantil.

La combinación de estos efectos con la importancia de la cercanía al domicilio explica que a pesar de una “gran” demanda de euskera , las Escuelas Municipales Infantiles que fueron restructuradas para ofertarse en euskera este curso no han alcanzado el número de alumnos del año anterior (Goiz Eder ha cubierto las plazas a tiempo completo pero no las de jornada de mañana, que Hello Rochapea tenía a rebosar; el caso de Printzearen Harresi – Fuerte Príncipe es más curioso: el número de plazas ofertadas se redujo de 112 a 101 después de la escasa prematrícula, y finalmente acaba ofertando 89 plazas en su nueva web después de la formalización de la matrícula; en Donibane solo el 17-18% de los matriculados la ha elegido por el euskera, pág. 56). Esto ocurre porque la mayor parte de los padres que demandan euskera tampoco están dispuestos a moverse a otro barrio para conseguirlo. Mientras tanto, las listas de espera en castellano y castellano con inglés son mayores que nunca, siendo especialmente afectadas las de Mendebaldea y Hello Azpilagaña.

Esto es lo que ocurre cuando el Ayuntamiento utiliza los idiomas para expulsar del sistema público a una parte de la población y así tratar de garantizar plazas para la otra parte. Cabe recordar que hay suficiente demanda (5400 niños) como para ofertar el 100% de las 1500 plazas públicas en euskera y llenarlas con ese 30% de demandantes de euskera y aun así algunos se quedarían sin plaza, a costa de expulsar al 70% restante. Habría que preguntarse entonces si el 70% restante estará de acuerdo con mantener ese sistema con el dinero de sus impuestos.

Representante de las 62 familias denunciantes de la Reestructuración de las Escuelas Municipales Infantiles de Pamplona.

La ciudadanía indefensa

La ciudadanía indefensa

 Un buen día la Administración decidió aumentar la oferta de las plazas en las escuelas infantiles de Pamplona en la modalidad lingüística de euskera. Y como era algo urgente, sin datos ni estudios, se lanzaron a hacerlo. Y no se les ocurrió mejor manera que convertir dos escuelas a euskera de la noche a la mañana, sin gradualidad y sin consenso con las familias que ya tenían a sus hijos matriculados en las mismas. Y además, desplazaron a 287 familias de Hello Rotxapea a Egunsenti y de ésta a la escuela de la Rotxa, aunque todavía no sabemos cuál fue el motivo. Y encima, la Administración dijo a las familias que no pasaba nada, que se podían quedar en las escuelas aunque fuese en una lengua no elegida y con nuevas educadoras. Y que si no les gustaba, se podían ir a otra escuela, aunque no fuese la escuela elegida por ellos. Y muchas familias decidieron luchar contra la injusticia y la imposición. Primero, dialogando con Podemos/Aranzadi e Izquierda Ezquerra, que dijeron que expandir plazas en euskera era tan urgente que justificaba el atropello. Tras reunirse con las familias y educadoras afectadas, firmaron a favor del cambio de modelo lingüístico, dejando claro que la participación ciudadana y el consenso es tan solo un símbolo que enarbolan y nada más. Después, las familias se fueron al Parlamento y al Pleno del Ayuntamiento. Y de nada sirvió. Finalmente, decepcionadas con el comportamiento arbitrario de la Administración,  las familias pusieron un recurso. Si la Administración nos falla, el sistema legal nos protegerá. Y un juez nos dio la suspensión cautelar. Pero un magistrado nos la quitó. Y nos la quitó porque somos pocas ( ¿las injusticias se miden en función del número de personas a las que afectan?), porque no se puede presuponer el comportamiento caprichoso de la Administración (¿la imposición de una medida sin datos de demanda y sin considerar otras alternativas que no perjudican a nadie no es un capricho?), y porque la suspensión atrasa los plazos de matriculación y perjudica a todos los preinscritos (¿acaso todos los preinscritos están contentos con el comportamiento de la Administración? ¿De verdad que atrasar los plazos de matriculación es más grave que expulsar a niños de sus escuelas mediante políticas arbitrarias?). La decepción y el sentimiento de indefensión es monumental. En la lucha de David frente a Goliat, el sistema legal  apoya a Goliat. Y es justo apoyar a Goliat si tiene razón, pero no la tiene. Si se mantiene la suspensión, Goliat se va a enfadar mucho y la presión será fuerte. Levantemos la suspensión y como David es débil, hará poco ruido. Y  aunque nuestra fe en las instituciones se ha quebrado y ya nadie podrá reparar el perjuicio a nuestros hijos, vamos a intentar seguir adelante con el proceso legal. A pesar del coste económico que supone. Porque creemos que todavía es posible que se haga justicia y que con ello, no se repitan medidas educativas impositivas que tan perjudiciales son para toda la sociedad.

Ariadna García Prado
Madre afectada de Fuerte Príncipe, en representación de las 62 familias en el recurso afectadas por el cambio lingüístico en las escuelas infantiles

Los afectados por el cambio en las escuelas infantiles seguirán con el proceso legal

24 de junio 2016. Publicado en Diario de Navarra.

Los afectados por el cambio en las escuelas infantiles seguirán con el proceso legal.

Las familias afectadas por el cambio de modelo creen que «todavía es posible que se haga justicia y que con ello, no se repitan medidas educativas impositivas»

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Las 62 familias que recurrieron el cambio lingüístico en las escuelas infantiles de Pamplona han informado de que van a seguir adelante con el proceso legal ante lo que consideran una «injusticia» y una «imposición».

Después de que un juez levantara la suspensión cautelar del cambio de modelo en las escuelas infantiles de Donibane y Fuerte del Príncipe, las familias afectadas por la decisión del Ayuntamiento han señalado que creen que «todavía es posible que se haga justicia y que con ello, no se repitan medidas educativas impositivas que tan perjudiciales son para toda la sociedad».

Han expuesto, en un comunicado, que «la decepción y el sentimiento de indefensión es monumental» y han criticado que «en la lucha de David frente a Goliat, el sistema legal apoya a Goliat». «Y es justo apoyar a Goliat si tiene razón, pero no la tiene», han opinado.

Según ha continuado, «aunque nuestra fe en las instituciones se ha quebrado y ya nadie podrá reparar el perjuicio a nuestros hijos, vamos a intentar seguir adelante con el proceso legal». «A pesar del coste económico que supone», han dicho.

Comunicado

Después de conocerse la decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo no nos queda otra opción que nuestros hijos cambien de escuela a mitad de un ciclo o continuar en las escuelas ya matriculados con un modelo lingüístico no elegido.

A continuación se puede leer el último comunicado o descargarlo aquí

Un día funesto para la Educación

 Como no podría ser de otra manera, las familias que recurrimos por la vía judicial la reorganización de las Escuelas Infantiles Muncipales de Pamplona aceptamos la decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de levantar la suspensión cautelar de dicha reorganización.

El magistrado de la Sala ha considerado que el perjuicio que se les estaba causando a las terceras familias que habían visto el proceso de matrícula paralizado justifica el perjuicio a las familias que somos expulsadas de los centros educativos reorganizados, por tratarse de un mal menor. Además secunda el argumento del Ayuntamiento de que revertir la situación dados los plazos de inicio de curso es muy difícil o directamente imposible. El juicio sobre las razones de la demanda se pospone a más adelante, pero se considera que la suspensión cautelar afecta negativamente al interés general.

La resolución tiene sin embargo consecuencias muy negativas para el interés general. La actuación del Ayuntamiento crea un precedente muy grave de política de hechos consumados (más propios de estados totalitarios de este siglo o anteriores, tal como hemos visto en Crimea y el Donbás, y otrora en Austria o los Sudetes) que el juez no se han atrevido a desautorizar. Esta política se utiliza para desmantelar la educación de nuestros hijos en su más tierna infancia. Si bien se hace con el fin de adaptar la oferta lingüística a la demanda (medida sin rigor), el resultado es la destrucción de equipos consolidados de profesionales que habían conseguido un grado de calidad en Educación Pública que otros tratan de replicar. Sentado este precedente, nada puede impedir que el próximo gobierno municipal o foral, ya sea de la actual oposición o de otros partidos aún por aparecer, adoptase medidas similares en sentido contrario.

Y es que así de fácil de destruir es una construcción tan frágil como la Educación de calidad. Teniendo en cuenta la creciente devaluación de los estándares de vida de los ciudadanos y la evidente obsolescencia de nuestro modelo productivo, no hay bien que debamos cuidar más en nuestra sociedad, tanto si es de carácter Pública o concertada, pues es el único camino hacia un futuro próspero para todos. Lamentablemente a nuestro Ayuntamiento no le importa nuestro futuro como sociedad sino tan solo quizá los próximos resultados electorales. Mientras tanto agita a sus votantes naturales enfrentando a las familias que tratamos defender los derechos de nuestros hijos con aquellas que desean (legítimamente) escolarizar a los suyos en euskera, y derrochan el dinero de nuestros impuestos en costas judiciales y chocolatadas populares en vez de en plazas de nueva creación, que es lo que se necesita.

A pesar del desánimo y la frustración que nos provoca la última decisión judicial, seguimos convencidos de la justicia de nuestra causa y mantendremos nuestra demanda para tratar de que esta situación no vuelva a afectar a otras familias. Agradecemos a todas las demás familias, todos los ciudadanos y organismos que nos habéis mostrado vuestro apoyo en estos meses.  Nos jugamos nuestro futuro.

Miembro de la APYMA de la Escuela Infantil Donibane, en representación de las 62 familias recurrentes.